El veneno está en la dosis

Administrador/ febrero 8, 2019/ Noticias

Hace casi 500 años que el médico y químico suizo Paracelso expresó el principio básico de la toxicología: “Todas las sustancias son venenos, no existe ninguna que no lo sea.

La dosis diferencia un veneno de un remedio”. Esta frase es usada frecuentemente para explicar que la toxicidad de un compuesto químico, proceda de una planta natural o sea de origen sintético, depende de la cantidad ingerida y no de su origen.

Esta máxima puede ser igualmente aplicada a los productos y procesos de limpieza y desinfección industrial, y sirve para destacar que una correcta dosificación de los productos, no solo es importante para el control de gastos, sino que es necesaria para asegurar la efectividad de las soluciones, ya que una dosificación por defecto podría provocar que las superficies no quedaran lo suficientemente limpias o higienizadas, y un exceso de las mismas puede conllevar que queden restos de los químicos tras el aclarado, introduciendo la posibilidad de contaminación de las materias primas a utilizar con posterioridad. Hay que tener en cuenta que una dosificación elevada de productos agresivos puede dañar las superficies donde se aplique. Queda clara por tanto la importancia de seguir un correcto protocolo de higienización de las instalaciones, de tal forma que no puedan quedar restos ni de suciedad ni de producto químico que puedan alterar los productos que se producirán con posterioridad.

Un elemento clave de estos protocolos es asegurar el control exhaustivo de las dosis utilizadas en cada uno de los procesos, de modo que obtengamos la máxima eficacia con unos costes contenidos.

En los procesos CIP (cleaning in place) utilizados para limpiar e higienizar conductos, tuberías, tanques y otros sistemas por los que es posible recircular una disolución de los productos de limpieza y desinfección, suele ser mucho más sencillo el control de la dosificación, ya que ésta suele realizarse mediante equipos centralizados que dosifican la solución y mantienen su concentración mediante sondas de control de la misma, a la vez que la recirculan, manteniendo también la temperatura y la presión necesaria para alcanzar resultados óptimos.

Sin embargo, en las limpiezas de superficies como cintas, mesas de trabajo, suelos, etc., la aplicación del producto de limpieza y desinfección suele hacerse mediante espumas para maximizar el tiempo de contacto con la superficie. Es en estos procesos donde una incorrecta dosificación es mucho más fácil, pudiendo producir efectos indeseados (espumas de baja calidad y o agarre, concentración insuficiente de producto desinfectante, exceso de concentración y ataque a materiales, etc.).

Mientras que la industria alimentaria ha interiorizado estos procesos ampliamente, en el sector HORECA, debido a la menor especialización del personal destinado a las tareas de limpieza y desinfección, se ha tendido al uso de productos que no impliquen manipulación previa a su uso y que aseguren la correcta dosificación.

Una solución para asegurar la correcta dosificación del producto en estos procesos es el uso de productos ready to use.  En estos casos, el fabricante del producto de limpieza es el encargado de garantizar la correcta dosificación del activo, poniendo a disposición del usuario final mezclas que ya contienen la cantidad necesaria

de producto diluida en un medio disolvente adecuado.

Estos productos tienen la ventaja para el usuario final de que ya vienen correctamente dosificados, por lo que no han de producirse diluciones, ni manipulaciones de productos concentrados en sus instalaciones. Sin embargo, desde el punto de vista medioambiental, su uso implica el transporte de grandes cantidades de agua y envases de un punto a otro.

Parece evidente, incluso para el mas lego en la materia, que pagar por transportar grandes cantidades de agua y plástico de un lugar a otro de la geografía no es el core bussines de una empresa dedicada al diseño, producción y venta de soluciones de limpieza y desinfección para instalaciones industriales.

Sin embargo, esto y no otra cosa es lo que ocurre cuando se utilizan soluciones ready to use, en las que, en promedio, únicamente un 5-10% del contenido del envase es el activo que realmente será eficaz en nuestro proceso de limpieza y desinfección, siendo el resto agua o algún disolvente alternativo

@revistalimpiezas.es

 

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